Guerrero y Justicia. Son los segundos apellidos de los nuevos campeones del mundo de motociclismo. Han sido sus padres los que les han inculcado la pasión por las motos, pero el sello de sus madres es innegable.
Guerrero es Jorge Lorenzo. Lo ha demostrado una vez más en Malasia. Le llegaba con acabar entre los nueve primeros para coronarse en lo más alto, pero el mallorquín ha dado lo mejor de sí para pelear mano a mano con Valentino Rossi. Un campeón con todas las letras.
Justicia es la mejor definición para el título de Toni Elías. Después de muchos años luchando, muchos títulos que se le han escapado, momentos muy duros, con lesiones, hospitales, operaciones, al fin la perseverancia ha ganado. Y, caprichos del destino, lo ha hecho el día del cumpleaños de su madre. Además, la sonrisa más bonita del circuito pasará a la historia como el primer campeón del mundo en la historia de Moto 2. Sin duda, el mejor regalo después de tanto sacrificio. “Un triunfo familiar”, decía Toni. Y es que los dos campeones coincidieron en dedicarles la victoria a sus familias. Unas familias que, a base de mucho sacrificio y sufrimiento, han hecho de estos chavales unos hombres de provecho.
Notable ha sido el cambio de Lorenzo, al que hemos visto como maduraba temporada tras temporada. Daba gusto escucharlo el pasado domingo. Eran las palabras de un hombre sensato y cercano. Ni asomo de la prepotencia de la que hacía gala cuando era más joven. Y aunque solo tiene 23 años, ya es el mejor piloto del mundo en la máxima categoría.
Y lo ha conseguido en una bonita fecha para un día histórico, 10 del 10 de 2010. Un día para dos dieces tanto dentro como fuera de la pista.
No sorprenden las lágrimas que derramó Ángel Nieto cuando comentaba las dos victorias españolas. Él más que nadie sabe lo que cuesta triunfar en el motociclismo. Emocionado pudimos ver también a Álex Crivillé al felicitar a su sucesor. Ningún español conseguía el título desde que el catalán lo ganara hace once años. Así que el Game Over que nos enseñó Lorenzo al final de su carrera, lo podemos interpretar más como punto y final a la sequía de títulos en la máxima categoría, porque para él, sin duda, la partida continúa.
Acaba de conseguir el sueño de su vida, es hora de celebrarlo, pero sabemos que Jorge Lorenzo Guerrero seguirá luchando por superarse una vez que ya ha entrado en el grupo de los Schwantz, Doohan, Lawson o Rainey. Contaba el domingo, aún exhausto por la carrera, que cuando ganó en 250 cc., pensaba que ya había conseguido su sueño, que ya iba a estar contento para toda la vida, pero su carácter ganador le pide más.
fuente: xornal
