Estas creaciones de la tecnología emergente son respuestas a preguntas del futuro, como la durabilidad a largo plazo y la fiabilidad. Respondiendo a esto, los tres fabricantes han afirmado que ellos han usado conectores eléctricos seguros y de calidad y que, por tanto, estas motos están construidas para durar años y años.
Cada una de estas motos está concebida sobre un gran sistema eléctrico con un CPU de gran capacidad. Por otro lado, carecen de las complejas partes de un motor de combustión, algo que supone una ventaja añadida puesto que reduce potencialmente los fallos mecánicos.
Así, se ha producido la llegada de una generación de baterías nuevas que supondrán una revolución tecnológica y que serán realmente rentables. Además, les seguirá un período en el que previsiblemente sufrirán una evolución muy rápida debido a que la mayoría de sus componentes está aún en fase de desarrollo y tienen muchas posibilidades de evolución.
El corazón de estas motos está formado por sus motores refrigerados por aire, reguladores de motor, pilas con sistemas de dirección de batería integrados (BMS) y el cargador de a bordo. Más concretamente, la Brammo usa un motor de corriente alterna brushless del fabricante Perm. La cero usa un motor de corriente continua de la marca Agni, la empresa que fabrica mototes de carreras. Por su parte, la Native usa un motor Etek-style brushed DC.
En cuanto a las baterías que llevan estas motos hay que decir que representan entre el 30% de su peso y el 40% de su precio total de compra. En principio tiene menor densidad que las baterías fabricadas para el uso doméstico pero pueden generar como seis veces más el número de ciclos que una de estas, por lo tanto deberían durar mucho más. Además están mucho más protegidas contra los posibles incendios o explosiones a las que se exponen este tipo de baterías.
Las tres motos incorporan una serie de botones en su consola central que ofrecen información de diferentes parámetros sobre el estado de la moto, además de la velocidad y la distancia del viaje. La Zero y la Brammo no sólo ofrecen lo datos de energía cuando la moto está en circulación. También muestran el estado de energía durante la carga de la batería. La Enertia, incluso muestra el estado de carga por celdas individuales. La Native proporciona sólo el estado del medidor de carga.
De este trío, La Zero tiene la velocidad más alta de las tres, puede llegar a alcanzar una velocidad máxima de 107km/h, lo que hace a un piloto experimentado sentirse como en casa. Además su marco de aluminio y su bonito basculante no le tiene envidia a una de las Aprilias. Por su parte la Brammo cae neutral en las curvas. En su posición de conducción deportiva sus neumáticos 100/90-18 delante y 130/80-17 detrás ofrecen un agarre adecuado para la ciudad o para terrenos similares. De las tres, La Native se siente más diminuta mientras te ofrece una posición de conducción muy deportiva aunque es muy compacta.
Extrañamente, la Native es la única con un asiento de pasajero, pero si tienes la intención de llevar a un amigo, asegúrate de que pesa poco o no vas a hacer un viaje muy largo. Limitaciones aparte, La Native tiene el manejo más neutro y mejor de las tres. Sus neumáticos delanteros de 90/80-17 y traseros de 100/80-17 hacen que se maneje muy fácil y contribuyen a su velocidad, al tener una menor resistencia de rozamiento. Algo que le hace que en terreno llano pueda alcanzar los 80 km/h. Todas estas motos tienen freno hidráulico delantero y freno trasero de disco.
Por ponerles alguna pega, podríamos hablar sobre su estética. Los potenciales consumidores seguro que le pueden poner algún pero. En cuanto a los precios, la Brammo Enertia está en 6. 239 euros, la S Native en 7.797 euros y la Cero en 5.850 euros.
De momento surgen muchas más preguntas para las que todavía no se tiene la respuesta. Aún es muy pronto y queda mucho camino por investigar y desarrollar en este campo. Nosotros por nuestra parte prometemos manteneros informados.
Fuente: Portalmotos